viernes, 12 de febrero de 2010

Caos


No existía momento oportuno entre tanto caos.
Para un momento especial, para uno fuera de lo normal.
Uno que quizás cuando acabara todo ocupara lugar en el recuerdo de alguien.
Un momento no tan tormentoso como ahora.
No podrías adivinar el siguiente paso, aunque quisieras, nadie podría.
Pronto todo lo que alguna vez fue, dejaría de ser.
Volvería a las cenizas. Serias capaz de retocar las cicatrices para intentar aprender.
Ya no quedaba silencio del cual ocultarse, una sombra divagaba por el lúgubre lugar.
Todos sabían que se avecinaba la tormenta.
Nadie disponía de tiempo para pensar, o actuar con avidez.
Se podía palpar en el ambiente como crecía la presión.
Todos se apresuraban a ocultarse de las sombras.
Pero no todos eran lo suficientemente rápidos.
Una pequeña se quedaba varada en frente del caos sin saber que hacer.
Las sombras empezaron a apoderarse de todos.
Y de todo el lugar, pronto ya no quedaría lugar seguro al cual acudir.
Me estremecí e intente apartar los malos pensamientos por un momento.
Ya no quedaba lugar, todo se había perdido entre las sombras.
Las personas ya no eran igual.
Se podría decir que son zombies, no tienen poder sobre si.
Se consumieron en las cenizas de sus antiguas vidas.
Mientras se daban por vencidos sin mirar atrás.
Aceptaron la realidad de su futuro, aceptando que su mundo ya no fuera igual.

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