jueves, 23 de octubre de 2014


En los campos alados, se encuentran las almas solitarias paseando,
caminando de lado a lado sin ninguna dirección,
se encuentran los ojos sin vida, 
un alma en pedazos, cayendo a un abismo sin fondo.
Que seria de los días con sonrisas y flores, 
que seria de los días con promesas y besos,
que seria de mis labios sin los tuyos,
de mi sonrisa sin tus ojos, 
de mis manos vacías, 
de mis piernas sin rumbo, 
de mis dedos sin inspiración,
de mi voz sin amor. 


Que error tan atroz y vulgar el de la monotonía,
el acostumbrarnos a nuestros cuerpos desnudos uno junto a otro sin que nos excite lo mas mínimo,
encontrar molesto el rose oportuno de una mano, un beso o una rosa. 
El buscar en rostros ajenos una sonrisa o un gesto que no haga sentir algo, 
Que error tan atroz y vulgar el alejarnos,
el querer alcanzar las estrellas y no ser capaz de levantar siquiera la vista al cielo,
que los recuerdos te hagan mas feliz que el presente y la realidad te haga llorar.
Que error tan atroz y tan vulgar, el encontrarnos solos sin saber hablar,
sin que nuestras manos se toquen con un propósito, con llevar la mirada a la deriva y rezar todas las noches por un final.

martes, 21 de octubre de 2014


Se despertó como todos los días, sin muchos sueños o esperanzas de salir del mundo que era prisionera.
Fue hacia la ventana y observo el cielo, despejado y claro, como debía estar su mente, pero eso era algo imposible de llevar a cabo. 
Vio sombras, vio como surcaban los cielos, como se agitaban sus plumas de colores brillantes, eran criaturas asombrosas, hermosas, majestuosas, pero lo que mas asombraba a Alessa era su libertad, la posibilidad de ir lejos y viajar a tierras remotas, y jamas volver.

Y justo por eso le desconcertaba tanto que regresaran cada primavera a su ventana para burlarse de ella y de su prisión.