martes, 21 de octubre de 2014


Se despertó como todos los días, sin muchos sueños o esperanzas de salir del mundo que era prisionera.
Fue hacia la ventana y observo el cielo, despejado y claro, como debía estar su mente, pero eso era algo imposible de llevar a cabo. 
Vio sombras, vio como surcaban los cielos, como se agitaban sus plumas de colores brillantes, eran criaturas asombrosas, hermosas, majestuosas, pero lo que mas asombraba a Alessa era su libertad, la posibilidad de ir lejos y viajar a tierras remotas, y jamas volver.

Y justo por eso le desconcertaba tanto que regresaran cada primavera a su ventana para burlarse de ella y de su prisión. 

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