Que me maten las miradas que seduces con tu alma,
y al anochecer se estremezca mi mundo cuando no te halle cerca,
y mi alma se sonroje cuando roce con mis dedos aquel lugar digno de admirar,
que nuestras miradas se encuentren en el punto exacto para congelar el tiempo
y que la vida siga igual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario