jueves, 14 de noviembre de 2013


No eres mas que un buen verano,
el soundtrack de una agradable película que recuerdo brevemente,
la ironía personificada, la suplica en tus labios. 
Recuerdo las noches bajo las estrellas, que bellas noches eran esas,
cuando aún eramos inocentes y libres de pecado alguno, 
no sabíamos nuestros nombres y eramos libres de marcharnos sin algún tipo de dolor o compromiso,
¿porque no lo hiciste entonces? ¿porque no te marchaste en ese momento y dejabas mi mundo en paz?
¿porque adivine las intenciones del mundo esa noche? me hubiese marchado con una sonrisa sin mirar atrás,
seriamos amigos, grandes amigos de esos que duran toda la vida y son incondicionales.
Quizá arruinamos algo que pudo ser mágico, entendimos mal el mensaje de los Dioses 
y decidimos jugar a nuestra manera, debimos prestar atención, 
quizá nuestro camino solo se trataba de darnos ánimos y estar ahí el uno para el otro.
Ahora, honestamente has dañado mi idea sobre ti, y creo yo he hecho lo mismo sobre tu idea de mi ser,
porque no es justo echarte toda la culpa, yo debí haber hecho algo, al menos eso supongo,
ya que te marchaste repentinamente sin decir Adiós...
Algo hice mal, pero fuiste peor. 
Y al final no se trata de culpas.
Se trata del destino, de las noches bajo las estrellas y del destino que nos empeñamos en cambiar. 

L.B



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