jueves, 17 de octubre de 2013


Que tan frágil son las cosas.
Hay utopías que no se llegan a formar, 
justo en esos momento fugaces tu aprovechas.
Paseas de un lado a otro, dando todo lo que tienes.
Golpeas fuerte, una vez, otra vez, tres.. 
No hicieron falta tus llamadas.
No hacia falta una mirada.
Estabas ahí.
Y en ese momento se acabo la armonía. 
Seguiste, dudaste, ¿acaso solo jugaste?
¿Es que esta condenada a pasar por este mundo de mortales
con los mismo juegos de siempre? 
Que no habrán mas opciones ni canciones. 
Pero volviste, no constante, si no como una brisa,
de esas que te alegran por segundos para luego marcharse y dejar un amargo recuerdo de los buenos momentos. 

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