domingo, 4 de octubre de 2015
Estábamos sentados en la misma habitación, pero yo no podía ver.
Pasan los segundos y los días,
se estremece el mundo,
se agitan las aguas.
Muere un hormiga y comienza la tormenta.
¿Que es esto que no podía ver?
Se alteran los cielos,
se humedecen los ojos,
se aceleran corazones,
se crean milagros.
Y siguen desarmados,
con flores en sus manos,
siguen descalzos,
ardiendo cada paso.
Se asemejan las miradas,
se cruzan los caminos,
se caen las estrellas.
Y no puedes ver.
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