Quiero oír tu risa, soñar con tu cara, besar tus manos.
Tenerte cerca para que oigas mis latidos,
como se estremece mi corazón cuando andas cerca,
das saltos en mi cama, me ves, me abrazas,
anonadada.
Así estoy, me dejas loca, boba, hipnotizada,
me haces sentir el sueño de un adolescente,
amada, hermosa, poderosa,
eres vida y caos, un hermoso desastre que quiso quedarse a pasar el rato conmigo,
Un atardecer de playa, con cervezas a los lados y tu risa.
Eres calma, tu voz, tu respiración a las 3 de la mañana,
cuanta paz en esta cabeza donde solía reinar el miedo,
cuanto alivio para unas manos que no paraban de buscar anhelo,
solía pensar que eras un recuerdo de a ratos,
solía temer tu presencia y tu franqueza,
y ahora consigo anhelando mas de ti, de tus actos de bondad hacia este cuerpo,
me consigo extrañándote a las 3 de la mañana y deseando estuvieses dormido en mis brazos.
lunes, 12 de octubre de 2015
domingo, 4 de octubre de 2015
Estabas lejos, y lloraba en la ventana,
se rasgaba la garganta gritando tu nombre.
Quizás en el cielo en el que estés o en el hueco en que caí
se perdió la fe del amor que hubo algún día.
Se incendió el cielo,
pero no necesito un sol,
no necesito ángeles que vengan a rescatarme,
solo tu voz,
solo tu abrazo.
Estábamos sentados en la misma habitación, pero yo no podía ver.
Pasan los segundos y los días,
se estremece el mundo,
se agitan las aguas.
Muere un hormiga y comienza la tormenta.
¿Que es esto que no podía ver?
Se alteran los cielos,
se humedecen los ojos,
se aceleran corazones,
se crean milagros.
Y siguen desarmados,
con flores en sus manos,
siguen descalzos,
ardiendo cada paso.
Se asemejan las miradas,
se cruzan los caminos,
se caen las estrellas.
Y no puedes ver.
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